Este sencillo truco tiene que ver con un servicio de correo electrónico en particular, pero puede usarse para otros servicios de la misma manera. En este caso veremos como enviar un archivo ejecutable por el conocido y muy utilizado actualmente: Gmail (http:/www.gmail.com).
Si tratamos de enviar un archivo ejecutable, por ejemplo con extensión .exe, directamente por Gmail, nos saldrá un mensaje de alerta indicándonos que por razones de seguridad no es posible enviar un archivo de este tipo.
Pero, todo se puede lograr con un poco de ingenio, si lo que hace Gmail es verificar la extensión del archivo, podemos simplemente cambiarla.
A continuación el procedimiento, paso por paso:
- Ubicar el archivo ejecutable que queremos enviar, en una ventana del Explorador de Windows.
- Ingresar en el menú superior de la ventana a Herramientas, luego seleccionar Opciones de carpeta.
- Entrar a la pestaña Ver, desactivar o desmarcar la opción Ocultar extensiones para los tipos de archivo conocidos.
- Se harán visibles las extensiones de todos los archivos. A continuación, cambiar el nombre de la extensión. exe con otra extensión como. jpg. Esto se realizar fácilmente, seleccionando el archivo ejecutable, presionando el botón derecho del mouse y seleccionando la opción Cambiar nombre del menú de contexto y, simplemente escribiendo la nueva extensión en lugar de la otra.
- Windows emitirá un mensaje de advertencia, que indica que al cambiar la extensión de un nombre de archivo, el archivo queda inutilizable; y pregunta si se desea continuar. Es recomendable tener una copia de respaldo del archivo para evitarse problemas; pero, a pesar de la temible advertencia, el proceso no es irreversible. Presionar la opción: SI.
- Una vez modificada la extensión del archivo, se lo pueda adjuntar a un mail en Gmail, de la manera normal, y enviarlo.
- Un paso muy importante, es advertir a la persona que recibirá el archivo que se hizo este cambio, y que siga los mismos pasos en sentido contrario, en este caso, para cambiar de la extensión. jpg a .exe (o la extensión que se tenía originalmente). Si el receptor del archivo no hace eso, no podrá abrir el archivo.